Los tulipanes, originarios de Asia y no de Holanda como muchos creen.
Hay cerca de 100 variedades diferentes y alcanzan hasta los 20 cm de altura.
Son una de las flores más requeridas en cuanto a las que tienen bulbo, su textura aterciopelada y diversidad de vivos colores adorna cualquier jardín por pequeño que éste sea.
A pesar de su delicadeza y elegancia, no necesitan de excesivos cuidados, debes plantar los bulbos en otoño en una terreno semi arenoso, la raíz del mismo debe quedar hacia abajo y la profundidad a la que se deben enterrar es 3 veces el tamaño del bulbo.
Conviene que estén separados al menos unos 10 cm. Unos de otros y regarlos de forma moderada sin que la tierra llegue a secarse.
Necesitan sol pero no de forma directa, así obtendrás unos hermosos tulipanes cuando llegue la primavera.
Una vez pasada la época de floración conviene que cortes la flor marchita y conserves el tallo en tierra hasta que se seque por completo, ésta será la señal para que retires los bulbos de la tierra.
Envuélvelos en papel aluminio y guárdalos en un sitio seco para volver a plantarlos la próxima temporada.
Hay quienes los rocían con algún pesticida para evitar que se pudran.
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