Todo es ganancia: la calidad del aire, la mejora de tu salud emocional, el desarrollo de una actividad sana y al ritmo que tú desees y la compañía de seres vivos silenciosos que agradecen cada gesto de tu dedicación hacia ellas. Habrás oido hasta el cansancio acerca de las personas que le hablan a las plantas y de la reacción favorable que ellas tienen a ese estímulo.
Mi punto es precisamente el movimiento inverso, digamos la “retribución” con la que ellas contribuyen para aliviar tu estrés. Como bonus extra, dependiendo del entorno que tengas y las plantas que elijas, muchas otras cosas bellísimas se pueden sumar: mariposas y aves de trinos suaves son apenas un par de ellas. Dejo libre a tu imaginación todo lo demás y te invito a pensar seriamente en esta alternativa.
Vía | jardineria.pro