Las hortensias pertenecen a la familia de los arbustos, son flores muy llamativas, no solo por la variedad de colores en que se las puede encontrar sino porque cada ramillete es muy voluminoso con lo que resultan un adorno natural ideal para cualquier jardín.
El terreno es el que cultivan tiene que ser rico en minerales, sobre todo en hierro para que sus hojas no se tornen amarillas, materia orgánica y cierto grado de acidez. Debe tener un buen drenaje.
A la hora del riego no se debe encharcar, aunque debe conservar humedad para que la planta no se seque. Regar de forma diaria y moderada.
La hortensia tiene que estar ubicada en un sitio en el que el sol no le dé directamente. Para que crezca sin dificultad es primordial que no esté expuesta a climas cálidos ni heladas. Necesita una temperatura equilibrada.
Se reproduce por esquejes, no cortarlos nunca antes de su floración. Antes de él es conveniente podarla para contribuir a su desarrollo.
No es una planta para tener en maceta ya que adquiere grandes dimensiones y necesita espacio para enraizarse y desarrollarse de forma adecuada.
Las plagas que suelen afectar a la hortensia son el pulgón y la araña roja. También es propensa a contraer hongos como el oídio (Aparecen manchas).
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