A grandes rasgos, la botritis, la mosca blanca, el oídio y la cochinilla son las plagas que más aparecen. Para estas plagas existen una serie se soluciones propicias. En primera instancia, es pertinente no mantener a las macetas muy cercanas entre si, esto evitará que la plaga que atosigue a alguna de las especies se extienda hacia otras.
Se deben utilizar sustratos estériles. A su vez, también se aconseja un cuidado y una observación constante de los extremos de las plantas, sobre todo de sus tallos. No se debe abusar del abono que se les de a las plantas ni se deben formar charcos en su tierra.
¿Cómo detectar las plagas típicas?
Es sencillo detectar los distintos tipos de plagas que pueden afectar a nuestras plantas, de acuerdo a sus consecuencias. Por un lado, una de las características de una plaga es, en el dorso de las hojas, la aparición de un polvo rojizo. Esto se debe tratar con fungicida.
Por otro lado, algunos ácaros generan una especie de tela o lámina que no permite la abertura de algunas flores. En este caso, la fumigación debe acompañarse con agua. El oídio se manifiesta marchitando las hojas de las plantas, con el fungicida propicio, esto estará solucionado.
La mosca del narciso pudre los bulbos. Los geranios pueden ser atacados por la mosca africana, esto se trata con insecticida. Por otro lado, el pulgón negro se presenta en la hiedra, trátalo con agua jabonosa. Con acaricida se cura la sequedad de hojas por parte de la araña roja. Por último, el moho gris también es consecuencia de una plaga, con fungicida se encuentra la solución.
Vía: misjardines.net
