El tomate es una de las plantas hortícolas más diversificadas del mercado en cuanto a tipos y variedades. Por ello, podemos encontrar un gran surtido de planteles de tomate en los puntos de venta.
Los planteles de tomate a nivel profesional se compran mediante programación y tanto los tipos como las variedades están claramente concertados entre clientes (viveros) y proveedores (semilleros).
Pero en el huerto urbano, la elección de los tipos y las variedades correctas reside una de las principales claves del éxito. Estas deben de estar adaptadas al clima y además responder a los tipos más demandados por los gustos personales.
Los centros de jardinería y agricentros, principales proveedores de planteles de tomate para huertos urbanos, tienen cuatro líneas claras de suministro: la venta de semillas directamente, viveros ornamentales que los realizan como una línea más de productos, viveristas semilleros que guardan semillas año tras año de forma tradicional… y semilleros profesionales que además de abastecer a productores profesionales hortícolas, también ofrecen estos planteles de tomate a estos puntos de venta.
Los precios varían notablemente según la calidad. Sabiendo que suelen cultivarse al aire libre, ya sea en balcones, terrazas, áticos o parcelas de terrenos, en todos estos casos, la resistencia, limpieza genética y fuerza de las plantas de tomate es fundamental.
Los planteles de tomate más caros suelen ser los híbridos e injertados, aunque también suelen ser las plantas mucho más productivas si las condiciones de cultivo son adecuadas.
Los planteles de tomate se comercializan en bandejas de alvéolos, con una altura de unos 10 a 20 centímetros de altura con 3 a 6 niveles de hojas.
Tengamos presente que sólo a partir de plantas adaptadas a la zona, fuertes, sin virosis, con ciertas resistencias a enfermedades y muy productivas, podemos optar a una gran productividad.
Vía | floresyplantas.net