Son aquellas cuya vida comienza en el suelo o en macetas y, por lo general, alcanzan grandes alturas sobre paredes, troncos de otras plantas o árboles y columnas.
Encontramos tres tipos de plantas trepadoras: las enredaderas, que son plantas de tallos delgados, con poco desarrollo de leño y que son las más utilizadas en jardines. Las lianas, en tanto, son trepadoras leñosas, poseen gruesos tallos y se las encuentra en bosques y selvas maduras.
Un tercer tipo de plantas trepadoras incluye a las hemiepifitas leñosas, que al principio son epífitas y que luego desarrollan tallos leñosos y trepadores. Encontramos en este grupo a aquellas plantas de las familias Marcgraviaceae, Melastomaceae, Solanaceae y Moraceae.
Además del tallo leñoso, encontramos otras estrategias de estas plantas para trepar y sostenerse, por ejemplo, la formación de ramas laterales a modo de ganchos, como en la especie Solanum dulcamara. Por otro lado, también pueden apreciarse las hojas cortantes como en algunas cyperáceas y verbenáceas, o nudos prominentes y hojas opuestas, para ayudar a mantener el equilibrio.