Familiar de las agaváceas, la Sanseviera es una planta vistosa y de hojas carnosas de tamaño pequeño, alcanzando como mucho el metro veinte de altura, lo que la hace una excelente planta de interior, además de que no necesita demasiados cuidados.
Con un crecimiento lento y necesidades hídricas bajas, puede crecer directamente en una maceta y en el interior, ya que además se adapta a todas las temperaturas con facilidad.
Algunos cuidados básicos de esta planta es la de un riego directo sobre la base o la tierra, nunca por pulverización o sobre las hojas, que puede provocar que se pudra en el centro, y la poda de las hojas enfermas o secas directamente desde la base de la planta para mantener una apariencia bonita y que cumpla su fin de decoración.
Esta planta no posee tallo, compuesta por una roseta con las hojas verdes que crecen en vertical, de puntas alargadas y con bordes amarillentos.
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