El cerezo, originario de las costas del Mar Negro de Grecia y de Asia, se distingue en varias especies como Cerezo de racimo. Cerezo aliso, Cerisuela, Prunus avium.
De ésta última variedad es de donde proceden las cerezas más dulces y sabrosas.
Su madera es altamente apreciada en ebanistería es muy resistente, el árbol puede llegar a medir unos 30 metros de altura. Sus flores son muy bellas, por lo que sirven de ornamentación natural para los jardines de casa, calles y en cualquier sitio en que se encuentre.
Una vez que el árbol ha florecido demora poco más de 3 meses para poder cosechar la fruta. De ella se obtienen diferentes variedades de cerezas como el gordal, la cual puede ser negra, amarilla o roja. Otra es la guinda, de sabor dulce y de color rojo.
Una especie muy utilizada en repostería es la de color marrón, su sabor es algo más amargo. Por último las cerezas inglesas las cuales son muy dulces de color rojo oscuro.
Para cultivarlo lo ideal es plantarlo durante la época invernal, en un sitio en donde le de el sol. Aunque no hay problema en la adaptación a climas fríos ya que soporta hasta 20 grados bajo cero.
Hay que regarlo en caso de que no reciba agua de lluvia de forma semanal.
Para podarlo hay que hacerlo en el otoño, pero antes de la caída de las hojas.
Imagen: granjasdeluruguay.com.uy, paisdelalunaoscura.blogspot.com