Las plantas de pepino se encuentran expuestas a muchas amenazas durante su período de crecimiento y en particular a las orugas. Estas plagas pueden causar daños irreparables a la cosecha si no son eliminadas a tiempo. Las orugas ponen sus huevos en las flores, en los brotes y otras partes de la planta de pepino que se encuentra en pleno desarrollo. Son huevos muy pequeños de color blanco, que luego se van poniendo amarillos con el correr de las horas. Las orugas son fáciles de identificar y se debe actuar cuanto antes.
Estas plagas se pueden encontrar en varias especies de frutas y verduras, entre las que se encuentra incluido el pepino. Cuando las larvas son primogénitas, tienden a alimentarse de las flores de la planta. Luego, a medida que va creciendo, puede romper el fruto y alimentarse de allí, causando un gran hueco en su interior. A menudo las orugas dejan su excremento en el interior de esta cavidad, haciendo que el consumo de dicho pepino sea perjudicial para la salud humana.
Para controlar que las orugas no vayan a invadir nuestras plantas de pepino podemos acudir al uso de insecticidas especialmente diseñados para tal fin. Es importante aplicar este producto incluso si no se han visto signos de invasión de orugas. Estas plagas podrían encontrarse en el interior de los pepinos, dejando de ser observables a simple vista. Es por ello que resulta fundamental trabajar en la prevención y pulverizar regularmente con el insecticida la planta de pepino.