El uso de hormonas de enraizamiento está especialmente indicado para el tratamiento de esquejes y estaquillas con el objetivo de favorecer aspectos el ellos como la emisión y rapidez de raíces, mejorar el porcentaje de plantas enraizadas, así como la calidad global de sus sistemas radiculares.
Las hormonas de enraizamiento las podemos encontrar formuladas tanto en modalidad de líquido como en polvo. También es cierto que podemos fabricar hormonas de enraizamiento caseras si tenemos las materias primas adecuadas.
Las hormonas de enraizamiento en polvo suelen incluir un fungicida que ayuda a evitar posibles infecciones en la zona del corte del esqueje o estaquilla.
En cuanto a la dosis, estas hormonas de enraizamiento en polvo están preparadas para ser aplicadas directamente. En cuanto al método de aplicación es humedecer la base de los esquejes unos dos centímetros e introducirlo en el polvo hormonal. Sacudirlos suavemente para eliminar el exceso de polvo y plantar el esqueje con cuidado de no eliminar el producto adherido.
Las hormonas de enraizamiento en líquido se aplican normalmente mediante el método de inmersión de los esquejes y estaquillas durante un tiempo determinado. Este tiempo viene aconsejado por el fabricante ya que factores como el tipo de hormona y concentración, así como la especie en la que se aplica, marcan decisivamente estos tiempos.
En cuanto a las materias activas hormonales más habituales se encuentran el ANA (Ácido 1 – Naftilacético) y el AIB (Ácido 3 – Indolbutírico), e incluso mezclados entre ellos. En cuanto a las dosis de composición, son muy bajas, en torno al 0,2% y 0,5%, siendo el resto de material fungicidas y material excipiente (sustancia activa usada para incorporar el principio activo).
Los fabricantes de hormonas de enraizamiento suelen poner a disposición de sus clientes, tablas en las que se dan una relación de especies y el producto más adecuado a aplicar, además del método.