Este ejemplar se adapta a todo tipo de ambientes, en el jardín o en el interior de tu hogar. En el caso de esta hermosa planta, la temperatura ideal para su crecimiento oscila entre los 16º y 26º C. Es importante que no sufra variaciones bruscas de temperatura entre la noche y el día.
Además, la gardenia necesita de un ambiente húmedo. Para ello, puedes colocarla sobre un plato hondo, sin que el agua toque el fondo de la maceta, ya que así obtendrá la humedad necesaria.
En relación al riego, hay que tener cuidado que el agua no contenga demasiada cal, ya que las hojas se pondrán amarillas. Para evitar la cal, añade unas gotitas de vinagre al agua, o también puedes hervir el agua.
Para abonarla, debes hacerlo cada 15 días en la primavera y en el verano con un poco de fertilizante líquido disuelto en el agua del riego.
Las gardenias prefieren un suelo ácido, por lo que recomendamos que apliques abono rico en hierro en la tierra para que las hojas no se pongan amarillas.
Las plagas principales que padecen son las siguientes:
Pulgón.Nematodos.Manchas en hojas.Hongos (Botritis u Oidio).Araña roja.Bacterias.Mosca blanca.