La casa, que pertenece a la familia Canessa, está ubicada en pleno barrio Carrasco y domina la esquina de Rivera y Santander. Desde hace algunos meses su jardín está modificándose, a instancias de la nueva moradora, Susanne Gaumon-Begin.
Esta australiana-canadiense que ha dejado en Australia, Tailandia y Canadá jardines trabajados por ella, repite aquí la experiencia de convertir poco a poco el lugar en una pequeña maravilla.
Un grupo de técnicos de la empresa Jardín Azul, dirigidos por el Ing. Agrónomo Pablo Scarone la asesoran y acompañan en esta labor.
Los técnicos llegan cada 15 días a trabajar, ajustando, manteniendo o construyendo desde cero en algunas áreas y dan forma a las ideas de la dueña, expedente en esta tarea.
El jardín que existía da paso a uno más ido. Pablo Scarone expone su planificación que va dando frutos en el nuevo jardín.
Fueron movidas de lugar algunas plantas, buscando la ubicación más ventajosa para su desarrollo, se está construyendo una pared vegetal en los límites del terreno que protegerá del ruido de la calle y dará privacidad. Junto a la casa se retocan las azaleas y se crean bordes escalonados con paleta de pintor para darle unidad. A los trabajos de creación se le agregan los de mantenimiento, trabajando sobre las ramas afectadas por alguna tormenta. Dos rosales y un palo borracho son los más antiguos ejemplares vegetales. Se recortan plantas, se reponen otras.
En el centro un lago artificial, construido por un biólogo, posee un microclima equilibrado. Caracoles en el fondo, peces y plantas le dan vida y la construcción de una pequeña cascada, cumpliendo con los deseos de Susanne, le agrega sonido al jardin. Falsos papiros y un ceibo, que inclina sus ramas sobre el agua completan el paisaje de este lugar.
Se eligieron plantas nativas para demarcar zonas perimetrales, junto a los muros verdes y la búsqueda se orienta hacia el jardín natural, con amplios espacios para recorrer y rincones apacibles para el reposo.
El suelo arcilloso requiere una atención especial para lograr los resultados deseados. Se formaron pequeños macizos con especies nativas como las lantanas montevidenses que aportan su delicadeza al jardín, pero también su fortaleza, ya que están adaptadas al medio y son más resistentes a las plagas.
También hay un cuidado especial frente a la agresión con que el cambio climático lo trata, pues las plantas se queman más que hace algunos años. Un sistema automatizado regula los tiempos de riego.
Susanne opina que un jardín es una forma creativa de mostrar o expresar sentimientos y con este pensamiento va construyendo su espacio, retocando, moviendo y disfrutando. Los técnicos que encontró para apoyar su tarea acompañan la idea, actuando con rigor y sensibilidad en este espacio.