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Consejos y Cuidados

Cuidados básicos del hibisco

fotografia hibisco rojo Cuidados básicos del hibisco


Originaria del sudeste asiático, el hibiscos se le conoce también como “rosa de China” o “rosa de Siria”. Se ha adaptado muy bien en el Mediterráneo y Canarias y se puede cultivar en casi toda la Península. Hay ciertos cuidados básicos del hibisco que hay que prestarle atención ya sea: riego, abono, plagas y enfermedades, que hacen que pueda vivir muchos años.


Tiene flores espectaculares -rojas, blancas, amarillas, salmón- que duran pocos días pero que se prodigan durante todo el verano hasta el otoño. En maceta puede llegar a medir más de un metro y convertirse en la joya del jardín o de la terraza. Sus hojas de un verde oscuro, ovaladas y dentadas, contrastan con los pétalos de donde salen los estambres largos, de tintes intensos.


Las variedades de hibisco que encontramos habitualmente en los centros de jardinería suelen ser resistentes a las heladas -a diferencia del hibisco tropical que no consigue sobrevivirlas-, y no requieren un especial cuidado una vez que se hayan asentado bien en el lugar asignado. Conviene empezar a abonarlo en junio. Añadirle fertilizante al agua de  riego cada dos semanas pero dejar de hacerlo a principios de agosto.


Es importante en los hibiscos respetar su tiempo de descanso:


-En invierno se recomienda mantenerlo a unos 12-15 °C con el objetivo de respetar el periodo de letargo de la planta. Si se deja en una zona más cálida, el hibisco continuará dando flores hasta diciembre y aunque éstas luzcan preciosas en el jardín, después de una o dos temporadas, la planta estará exhausta y el follaje será susceptible de sufrir el ataque de diferentes plagas.


En primavera es conveniente podar la planta y colocarla en un lugar al sol, donde no haya corrientes de aire. Es recomendable, también, añadirle un mantillo de compost. En cuanto comience a florecer, es importante no cambiar el hibisco de posición porque las flores se caerían antes de abrirse a causa del distinto ángulo de la luz.


Por su parte, los hibiscos que tienen doble flor necesitan ser protegidos del intenso sol estival, pero los que dan sólo una flor roja -los más comunes- resisten mejor. Cuanto más cálido y soleado sea el verano, mayor cantidad de flores darán.


Vía: jardineria.net

Autor

  • María Valente

    Experta en jardinería con más de 15 años de experiencia en el campo. Graduada en Ciencias Ambientales, ha dedicado su carrera a estudiar y promover prácticas de jardinería y horticultura sostenible.

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