El perejil puede cultivarse sin problemas en el jardín, en el balcón o hasta en una maceta situada en interiores. Sus tallos no suelen superar los 60 centímetros de altura, por lo que se trata de una planta pequeña que no ocupa grandes espacios. En este artículo presentaremos varios consejos para cultivar perejil.
Si vamos a sembrar perejil en el jardín o un huerto, hay que buscar espacios que tengan buena exposición al sol para esparcir las semillas. El suelo no debe ser demasiado compacto y tiene que estar limpio de malas hierbas. Cabe destacar que el perejil prefiere los climas cálidos pero presenta buena resistencia ante el frío.
El cultivo de perejil es un proceso lento, ya que la germinación puede demorar cerca de un mes hasta presentar las primeras hojas. A lo largo del proceso, hay que mantener el suelo húmedo.
Si el perejil está en macetas, no debemos excedernos con el riego. En lo posible tenemos que tratar de evitar la exposición solar directa durante muchas horas, sobre todo cuando la temperatura supera los 25ºC.
Una vez que nuestro perejil haya crecido y ya esté listo para ser utilizado, sólo nos queda usar la imaginación en la cocina ya que esta hierba aromática es un aliado en múltiples recetas. A ningún guiso, por ejemplo, puede faltarle un buen ramo de perejil, cuyas hojas son ricas en vitaminas A, B1, B2, C y D.
Cabe destacar que el perejil puede consumirse crudo o cocido. Las hojas frescas pueden congelarse (mantienen muy bien el sabor y el aroma) aunque, si se prefiere, también es posible secarlas para su almacenamiento.
En cuanto a su uso medicinal, el perejil es reconocido por su acción diurética (hay que beberlo como infusión) y algunos sostienen que ayuda a blanquear las manchas y pecas de la piel que son producidas por el sol.
Si seguimos los consejos para cultivar perejil, pues, tendremos plantas que nos aportarán múltiples beneficios.