Existen diversas razones por las que podamos: para estimular la floración y el fruto, para aumentar el crecimiento del follaje, potenciar el color del tallo…etc. En este reportaje podrás ver las distintas técnicas de mantenimiento de tu jardín adaptadas a tus necesidades.
¿Quieres mantener la producción de nuevos brotes de tu árbol o arbusto como en sus mejores tiempos? Entonces, al comienzo del otoño, tendrás que deshacerte de la madera vieja que lastra su crecimiento podándola
sin miedo dejando tan solo un tercio de las ramas más antiguas alrededor de la base.
Estas ramas pueden ser una vía de entrada de enfermedades indeseables por lo que conviene eliminarlas. Verás en la primavera su potente crecimiento y las alegrías que te darán sus frutos y brotes.
La poda de copa se realizará en el primer año. Se debe podar la rama principal de la copa para favorecer la ramificación.
Si quieres estimular el follaje poda severamente la planta: todas las ramas secundarias, ramitas y ramas muertas dejando solo las ramas principales. A partir de ahí crecerá la planta con vigor renovado. También puedes cortarla desde la base.
Cuando un arbusto va haciéndose viejo tiende a hacerse leñoso lo que a veces lleva al jardinero a cortarlos, por desconocimiento. Existe otra alternativa que es podar el arbusto a conciencia, dejando una mínima estructura, manteniendo en su parte baja algo de follaje. Por último añadir abono y acolchar el suelo para facilitar el rebrote.
Consejo para cortar una rama: Deja al menos 30 cms de rama al cortar para que el peso de la rama no destruya la planta. Una vez recortada poda desde el nacimiento sin llegar al ras. No uses ningún componente para que el corte cicatrice, se ha demostrado que perjudican a la planta y la expone a enfermedades.
Hay una sensación extendida entre los amantes de la jardinería de que es difícil no fastidiar un rosal al podarlo, pero eso no tiene porque ser así. Son mucho más resistentes de lo que alguna gente cree.
Siguiendo las siguientes pautas conseguiremos el rosal mas envidiado: hay que procurar podar durante el invierno o al comienzo de la primavera, que es cuando los rosales se mantienen inactivos en su floración y crecimiento.
Deben cortarse por una yema orientada hacia afuera. La yema es una pequeña hinchazón en el tallo. La razón es para crear una planta con forma de copa, evitando una aglomeración arbustiva con pocas corrientes de aire que favorezca la aparición de enfermedades.
Además así facilitaremos un crecimiento más horizontal y menos descontrolado de los rosales trepadores y de enredadera. Vía: facilisimo.com