Las palmeras, pertenecen a la familia de las monocotiledóneas, más de 2500 especies se encuentran entre ellas e indudablemente son las estrellas de muchos parques y jardines.
Decoran de forma exótica cualquier ambiente en el que se encuentren y algunas son extremadamente delicadas, otras tan fuertes que soportan grandes inclemencias climáticas.
Pueden alcanzar los 35 metros de altura.
No deben podarse a menos que sus hojas se presenten marchitas o secas, de lo contrario hacerlo cada 3 o 5 años.
Requieren de un riego abundante y si la tienes en maceta y quieres trasplantarla, lo ideal es hacerlo en estaciones calurosas, teniendo cuidado de no estropear sus raíces, las cuales si no han tenido suficiente espacio para extenderse, probablemente estarán entrelazadas en toda la tierra que contenga el macetero.
Toleran muy bien la falta de humedad ambiental, pero gustan de terrenos bien drenados.
La floración que presentan las palmeras suele ser muy abundante en cuanto a cantidad, pero de pequeño tamaño y muy efímeras, por lo general no pasan del 24 horas de duración.
Los frutos de las palmeras están relacionados con la reproducción de las mismas, no todos son comestibles y varían en su peso.
Imagen:plantas-exoticas.florpedia.com, tacoronte.olx.es, consumer.es