Si quieres innovar con una planta comestible que no esté entre las más populares, presta atención a las características de la acedera y anímate a cultivar esta especie en tu jardín. La Rumex acetosa es originaria de Europa y puede crecer casi en cualquier tipo de suelo.
El terreno arenoso, de todas maneras, es el más conveniente para su cultivo, ya que facilita el drenaje del agua. Es preferible evitar la exposición solar directa ya que puede quemar las hojas: por eso, mejor escoger una zona de sombra.
El riego, por otra parte, debe ser frecuente pero no excesivo. Lo importante es mantener el sustrato siempre húmedo. El suelo, además, debe abonarse con humus de lombriz. En caso que las hojas se vuelvan amarillas, se recomienda agregar un suplemento de nitrógeno.
La acedera no soporta las heladas, lo que nos obliga, si vivimos en una región donde se registran temperaturas muy bajas, a resguardar la planta en invierno.
La mejor época para recolectar acedera es la primavera. De todas formas, puedes ir cogiendo hojas frescas cada vez que desees consumir esta planta.
Es frecuente que la acedera se utilice como la espinaca o la acelga, es decir, se puede hervir y comer cocida o usar fresca en ensaladas. Debido al ácido oxálico, la acedera tiene un sabor agrio, similar al vinagre o al limón.
Las características de la acedera hacen que la planta sea apropiada para acompañar carne de cerdo o pato. Con crema puede hacerse una rica salsa para combinar con pescados, mientras que la sopa de acedera también es apreciada. Entre sus propiedades, la acedera estimula el apetito, favorece la digestión, regula el funcionamiento hepático y es diurética.
Vía | floresyjardin.es