Es sabido que los pesticidas e insecticidas químicos no hacen bien al medio ambiente, no solo por su efecto residual que permanece y puede eliminar a varios insectos beneficiosos como mariposas y abejas, sino que es esta cualidad también la que permite que penetre en la tierra causando contaminación, y que inclusive puede llegar a las napas de agua subterránea, lo que sin duda es un gran problema.
Por eso una de las mejores alternativas es la de plantar plantas que actúen de forma repelente de pestes e insectos dañinos, siendo una alternativa ecológica, natural, amigable con el medio ambiente y que incluso puede ayudar a agrandar nuestro jardín.
Inclusive, muchos de los químicos utilizados en la actualidad poseen como componentes esencias de estas plantas para lograr el efecto deseado.
Es así como sembrar estas plantas en lugares estratégicos de nuestro jardín se convierte en una solución económica y natural para tener mejores resultados.