En una creciente tendencia hacia el mundo de la ecología, la agricultura y la jardinería no iban a ser una excepción. A partir de aquí, se abren variantes según el grado de compromiso que se desee establecer con la ecología: abonos ecológicos, semillas ecológicas, sustratos ecológicos, insecticidas ecológicos… todos los insumos que participan en el desarrollo de los cultivos o la jardinería deben de serlos, si se pretende que la finalidad sea verdaderamente ecológica.
En el caso de los abonos ecológicos, deben de ser fabricados mediante la transformación de la materia orgánica, convirtiéndola en asimilable para el suelo y la planta sin dejar residuos contaminantes.
Pero en los procesos de elaboración de estos abonos ecológicos también deben de contemplarse los métodos de trabajo ya que deben de ser igualmente respetuosos con el medio ambiente. Dicho de otra manera, una empresa contaminante y que utiliza técnicas de fabricación invasivas… no puede ofrecer abonos ecológicos como tales. Para tener la seguridad de que esto es así, existen empresas de certificación que establecen la confirmación de compatibilidad para el uso de insumos en la agricultura ecológica, como por ejemplo las emitidas por “BCS ÖKO Garantie” según los requerimientos de las regulaciones 2092_91 (UE) Anexo II. A y NOP 7 CRF Part. 205.601 (j) (3).
Con la aportación de fertilizantes o abonos ecológicos a la tierra se mejora las condiciones del suelo, se aportan los nutrientes necesarios para obtener plantas sanas, son beneficiosos para el medio ambiente y la fauna… y permiten cultivar frutas y hortalizas bajo el marco legal de la agricultura ecológica.
Entre los diferentes materias primas para la elaboración de abonos ecológicos se encuentran el estiércol animal (vaca, caballo, ovino, caprino, cerdo, gallinácea, etc.), los purines, el compost (abono natural producido a partir de restos de materia orgánica vegetal), el humus de lombriz, algas desalinizadas, restos orgánicos vegetales convenientemente tratados (orujo de uva, orujo de aceitunas, etc.)… e incluso los denominados abonos verdes que contemplan aquellos cultivos realizados con la función principal de ser enterrados en verde en el suelo como abono, como son el caso de algunas especies de cereales, leguminosas y crucíferas.
En el marco de la bricojardinería, todo queda en manos del particular y que muchos casos se llega a ejercer el grado de alquimista. El compost casero, el uso de las cenizas de leña o madera, etc. se suman a la adquisición de productos comerciales elaborados para tal fin.
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