Según la historia, los antecedentes de la hidroponía o cultivos en el agua, se remontan al año 382 antes de cristo.
La hidroponía es básicamente cultivar en agua, se prescinde de la tierra y a cambio es necesario que el apreciado líquido contenga nutrientes y componentes minerales que hacen posible el adecuado crecimiento de las plantas.
De ésta forma podemos desarrollar cultivos que no procedan de árboles, por ejemplo, hortalizas, legumbres, flores etc.
Combinando la técnica con un invernadero, se obtienen excelentes resultados, aunque fuera de él también puede utilizarse.
Para aplicar éste método hay que tener en cuenta:
- Tiene que ser un sitio en el que haya luz del sol durante no menos de 5 horas al día
- Se necesitará una regadera
- Recipientes del tipo: Lata, madera o plásticos
- Sustrato (Arena, fibra de coco, compost)
- El espacio escogido debe estar lejos de fuentes de contaminación como basura o animales
Los beneficios de éste tipo de cultivos son varios, no tienen pesticidas ni agentes químicos, comerás productos frescos y cosechados por ti y también te permite cosechar los que están fuera de estación, es una técnica sustentable ya que el agua en los grandes cultivos hidropónicos se recicla.
No erosiona la tierra y tampoco se depende de factores meteorológicos.
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